AMOR A "TERCERA" VISTA
Publicado: 23 Ago 2012, 20:34
"AMOR A 'TERCERA' VISTA"
La primera vez que probé la 1600, en la salida de Zaragoza, no me gustó nada. Me la soltaron sin más, apenas diez kms., en fila, chispeando, probablemente con mapa de lluvia, y me pareció aburrida y sosa, demasiado fácil, para mi gusto; en una palabra: para personas mayores.
La segunda vez fue hace quince días, con más pausa y tiempo... y la impresión fue muy otra. Tanto, que, con cierto dolor de corazón, he abandonado a mi querida "negrita" (como llamaba Martha a la K1200), que tantas satisfacciones nos ha dado, y me he pasado a las filas de los 1600`eros.
Hace unos momentos acabamos de volver de un pequeño viaje de rodaje. Y, la verdad es que, aunque haya sido a la tercera, he quedado perdidamente enamorado de mi nueva "blanquita": ¡joder... qué moto!
El motor... soberbio (solo he probado el "road"): potentísimo, de respuesta inmediata, con carácter y genio cuando quieres, pero, todo ello, con una exquisita y deliciosa suavidad: "mano de hierro en guante de terciopelo", que dirían los clásicos. El cambio, "todo un cambio": sigue siendo sonoro, rotundo, pero con una precisión y suavidad desconocidas para mí. La cuarta y la quinta son una absoluta garantía, capaces de sacarte de cualquier aprieto. A la sexta, sencillamente señorial, puedes pedirle cualquier cosa, lo que quieras, que, con un excitante ronroneo, te lo dará al instante, para tu seguridad y gozo de tu adrenalina. Y las curvas, qué queréis que os diga: "lee" las curvas. Basta insinuar con la cadera, un leve cambio de pesos, para que interprete inmediata y exactamente qué quieres hacer y lo ejecute con la precisión de un (buen) cirujano. Y si antes de entrar, bajas una marcha y trazas acelerando, experimentarás lo más parecido a la "levitación", y comprenderás porqué ese estado de conciencia e ingravidez le gustaba tanto a los místicos..; y de los frenos, de la comodidad, ¡de esa espectacular pantalla!, de las luces... ni os cuento, para no resultar excesivamente pesado
En fin, queridos compañeros, que donde dije "digo", digo "Diego"; donde dije, "sí, está bien, pero... psssttt...", digo ahora: ¡joder... qué mooootoooo!
No ha sido un amor "a primera vista". Ha sido a"tercera" vista, después de hacerle novecientos kilómetros. Pero este sí que creo que será, definitivamente, para toda la vida.
Un abrazo para todos,
Jj-Cordoba.
La primera vez que probé la 1600, en la salida de Zaragoza, no me gustó nada. Me la soltaron sin más, apenas diez kms., en fila, chispeando, probablemente con mapa de lluvia, y me pareció aburrida y sosa, demasiado fácil, para mi gusto; en una palabra: para personas mayores.
La segunda vez fue hace quince días, con más pausa y tiempo... y la impresión fue muy otra. Tanto, que, con cierto dolor de corazón, he abandonado a mi querida "negrita" (como llamaba Martha a la K1200), que tantas satisfacciones nos ha dado, y me he pasado a las filas de los 1600`eros.
Hace unos momentos acabamos de volver de un pequeño viaje de rodaje. Y, la verdad es que, aunque haya sido a la tercera, he quedado perdidamente enamorado de mi nueva "blanquita": ¡joder... qué moto!
El motor... soberbio (solo he probado el "road"): potentísimo, de respuesta inmediata, con carácter y genio cuando quieres, pero, todo ello, con una exquisita y deliciosa suavidad: "mano de hierro en guante de terciopelo", que dirían los clásicos. El cambio, "todo un cambio": sigue siendo sonoro, rotundo, pero con una precisión y suavidad desconocidas para mí. La cuarta y la quinta son una absoluta garantía, capaces de sacarte de cualquier aprieto. A la sexta, sencillamente señorial, puedes pedirle cualquier cosa, lo que quieras, que, con un excitante ronroneo, te lo dará al instante, para tu seguridad y gozo de tu adrenalina. Y las curvas, qué queréis que os diga: "lee" las curvas. Basta insinuar con la cadera, un leve cambio de pesos, para que interprete inmediata y exactamente qué quieres hacer y lo ejecute con la precisión de un (buen) cirujano. Y si antes de entrar, bajas una marcha y trazas acelerando, experimentarás lo más parecido a la "levitación", y comprenderás porqué ese estado de conciencia e ingravidez le gustaba tanto a los místicos..; y de los frenos, de la comodidad, ¡de esa espectacular pantalla!, de las luces... ni os cuento, para no resultar excesivamente pesado
En fin, queridos compañeros, que donde dije "digo", digo "Diego"; donde dije, "sí, está bien, pero... psssttt...", digo ahora: ¡joder... qué mooootoooo!
No ha sido un amor "a primera vista". Ha sido a"tercera" vista, después de hacerle novecientos kilómetros. Pero este sí que creo que será, definitivamente, para toda la vida.
Un abrazo para todos,
Jj-Cordoba.