LOS HOMBRES, EN APLICACIÓN DE LOS PRINCIPIOS AERONÁUTICOS.
A los 20 años:
Avión de papel:
Vuelos Rápidos y de corta duración.
De los 20 a los 30:
Caza militar:
Siempre listos, 7 Días por semana. Ataca cualquier objetivo. Capaz de ejecutar "varias misiones", aunque estén separadas por cortos intervalos de tiempo.
De los 30 a los 40:
Aeronave comercial de vuelos internacionales:
Opera en horario regular. Destinos de alto nivel. Vuelos largos, con pocas sorpresas. La clientela llega al final cansada, pero satisfecha.
De los 40 a los 50:
Aeronave comercial de vuelos nacionales:
Mantiene horarios regulares. Destinos bastante conocidos y de rutina.
Los vuelos no salen siempre en el horario previsto, lo que requiere adaptaciones y cambios que irritan a la clientela.
De los 50 a los 60:
Aeronave de carga:
Preparación intensa, mucho trabajo antes del despegue. Una vez en el aire, maniobra lentamente y proporciona menos confort durante el viaje.
De los 60 a los 70:
Ala delta:
Exige excelentes condiciones externas para "levantar el vuelo". Enorme trabajo para realizar el despegue y después, evita maniobras bruscas para no caer "antes" de hora. Después del aterrizaje, desmonta y guarda el equipo.
De los 70 a los 80:
Planeador:
Sólo vuela eventualmente y con auxilio. Repertorio de maniobras extremamente limitado. Una vez en tierra, necesita ayuda hasta para volver al hangar.
Después de los 80:
Modelo antiguo:
Solo sirve de adorno.
