VALENCIA EN FALLAS “El LIO DE LOS SENTIDOS.”

[Rafi]

LA BOCA; bien abierta para que nos permitiese oír un estruendo tal que ponía en movimiento todas las partes nobles y menos nobles de nuestro cuerpo.

EL OIDO para poder dirigir nuestra mirada hacia arriba y ver como se creaban grandes dibujos que aparecían y desaparecían llenando el cielo de estrellas con múltiples colores.

LA NARIZ para llegar hasta degustar el polvillo que merodeaba alrededor de la zona y que envolvía a Valencia en un resplandor blanco a – pólvora -do.

LOS OJOS para producir el sentimiento de que en breves momentos, como si de un golpe de magia se tratara, los grandes colosos caían indefensos al suelo y quedaban relegados a insignificantes montoncitos de polvo.

LAS MANOS Y TODA NUESTRA PIEL para proporcionarnos el olor y el sabor de estupendas viandas valencianas que mezcladas con ciertos elixires componían un espléndido saciante de la sed y del apetito que tanto fervor nos estaba produciendo.

Pero el más grande de nuestros sentidos fue el que nos proporcionó el PLACER de estar entre amigos, de vivir y gozar con ellos, de disfrutar gracias a ellos, de reír con ellos y de compartir con ellos...

Culpables de este embrollo lo son Josep y Tuchy pero los he indultado pues a estas alturas tengo:

LA BOCA cerrada pues así no entran moscas; ni buñuelos, ni chocolate, ni churros, ni merengue ...como los que comimos en Benimamet
EL OIDO atento al sonido del despertador señalando la hora de levantarse para ir al trabajo.
LA NARIZ respirando el olor a cebolla que deja la sopa quema-grasa que tomo esta semana.
LOS OJOS puestos en el calendario para contar los días que quedan hasta la próxima salida.
LAS MANOS en la cabeza para sostener todas las ideas que se me ocurren y que no puedo escribir.

Para ellos que a pesar de todo han estado ahí, con todos nosotros.

[José Alfonso]

Como de costubmbre nos vuelves a deleitar con una crónica imaginativa y de sutil belleza.